viernes, 15 de junio de 2007

Un anillo para ...

Hace ya mucho tiempo regalé un anillo. Creía que me ligaría a la persona, que el enlace sería permanente: dos almas gemelas unidas por dos anillos idénticos.

El tiempo ha dejado su huella, y ha borrado otras. Ni siquiera recuerdo la forma de que tenía el anillo. Y su cara comienza a difuminarse. Sus besos dejaron paso a muchos otros, y solo dejaron el amargor de una pequeña traición.

Desde la distancia y la experiencia, aunque todavía duele, no puedo decir que fuera una tragedia.

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