martes, 31 de julio de 2007

Busco ...

Insatisfecho, busco.

En diferentes lugares, con diferentes herramientas. Por las calles, en la red, en los rincones más obscuros de mi interior y de la ciudad. Nada, solo hallo desolación, vacío. Tal vez sea porque sigo sin conocer a ese individuo que me mira reflejado en el espejo.

miércoles, 18 de julio de 2007

¿El día más importante?

O los días...Últimamente no para de tomar la más importante decisión que atañe a mis relaciones personales una y otra vez.

No sé qué hacer con mi ¿pareja? Salimos juntos desde hace más de tres meses. Es la relación más larga que he tenido en años. Nos sentimos bien, pero en ocasiones creo que ambos no apreciamos el esfuerzo de adaptación que ha hecho el otro, aunque somos concientes del trecho que nos queda por recorrer. En mi caso, no estoy seguro si el esfuerzo merece la pena. Demasiadas complicaciones.

Y justamente ahora es cuando la tentación aparece una y otra vez. En cualquier sitio. En la piscina, caminando, con amigos, antiguas relaciones que reaparecen después del olvido. Justamente esta tarde he visto a una de las personas más atractivas de los últimos tiempos. Se paró a, obviamente, examinarme en la distancia, después de cruzarnos, mientras yo esperaba en un semáforo. Dudé un instante y crucé. Me metí en una tienda a comprar algo. Al salir seguía alli. Decidí regresar a casa por otro camino.

Mi pareja nunca sabrá lo que me está costando. Pero, aunque no sigamos juntos, no quiero continuar con mi antigua vida: la soledad es mayor con sexo anónimo.

domingo, 8 de julio de 2007

Los dones esenciales: I. El silencio

Echo en falta el silencio, la tranquilidad de estar con mis pensamientos, cuando no lo tengo. Creo que la grandes ciudades están repletas de diferente tipos de contaminación, entre ellas la sonora.

No entiendo a la gente que siempre vive atada a una fuente de ruido, sea una radio o televisión, o una verborrea desatada.

Ahora me encuentro con un caso sintomático: el aeropuerto de Orly. Gentes, gritos, carritos arrastrados, pasos veloces... Por si fuera poco, los anuncios de los vuelos, las llamadas a los pasajeros. Una cacofonía insoportable. Al menos para mí.

Anhelo regresar a mi soledad, a mi fortaleza. Encerrarme tras mis murallas, mentales y físicas, defender uno de los pocos reductos de cordura que parecen que quedan en el mundo.

Tal vez esté intentando huir de otra cosa.