domingo, 10 de febrero de 2008

No es lo que quiero. A mis 40, busco otra cosa

No es lo que quiero. A mis 40, busco otra cosa

Es lo que le respondió … Todo preparado para una cita sexual, presumiblemente intensa, apasionada, a tenor de experiencias pasadas. Sin embargo, algo había cambiado. Tal vez los amigos con sus recientes hijos, tal vez los ejemplos de sus nuevos conocidos. Tal vez la comprensión de la propia mortalidad, de la banalidad de la persecución incesante a la que sometía su vida, sus quiméricos objetivos.

Horas después, la oportunidad volvió a surgir: un obvio movimiento de cabeza en un cruce, una interrogación no tan sutil, acompañada con una ceja enarcada. “No -se dijo-, no es esto lo que quiero”.

La distancia, el desapego, es necesario para medir las consecuencias, las necesidades; para reevaluar. Se lo dijeron sus amigos, mas él bien lo sabía. Solo faltaba ponerlo realmente en práctica.

No hay comentarios: