martes, junio 13, 2006
Hoy he tenido que hacer una de esas tramitaciones absurdas que tanto importan a la administración española. Supongo que la buRRocracia se alimenta de ellas. A pesar de ello, nos pone todos los obstáculos posibles a los ciudadanos. El menos importante, el horario. Por si fuera poco, llegan tarde.
No he podido evitarlo, y le he comentado al guardia de seguridad su retraso de 5 minutos (increible, guardias para presentar papeles a la administración). Mi mal humor era evidente.
Después, otro funcionario me ha recordado que probablemente no era culpa suya, y que en cualquier caso, es mejor ir con una sonrisa.
No he podido menos que darle la razón. Demasiada frustración e irascibilidad hay ya en el mundo como para añadir más. Mejor empezar la mañana con una sonrisa, aun teniendo motivos para no estar satisfecho con el mundo. Mejor aportar algo de felicidad que más problemas. La razón no lo es todo.
No he podido evitarlo, y le he comentado al guardia de seguridad su retraso de 5 minutos (increible, guardias para presentar papeles a la administración). Mi mal humor era evidente.
Después, otro funcionario me ha recordado que probablemente no era culpa suya, y que en cualquier caso, es mejor ir con una sonrisa.
No he podido menos que darle la razón. Demasiada frustración e irascibilidad hay ya en el mundo como para añadir más. Mejor empezar la mañana con una sonrisa, aun teniendo motivos para no estar satisfecho con el mundo. Mejor aportar algo de felicidad que más problemas. La razón no lo es todo.
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